El contenedor de desechos es tremendamente similar al buzón de la compañía de correos Royal Mail.
Alf Spence, veterano de II Guerra Mundial, tiene problemas de visión.
Alf Spence, un veterano de la II Guerra Mundial con problemas de visión, ha estado durante casi dos años depositando sus cartas en un contenedor para desechos de perros de su barrio en Bedale, Yorkshire.
El receptáculo es similar al de la compañía de correos Royal Mail. De un color rojo intenso, con la misma forma y adheridos ambos a un poste con una altura prácticamente igual.
Un mujer que paseaba lo vio un día, le toco el hombro y le explicó que no era un buzón y que, de hecho, había mandado la felicitación para su bisnieto en donde los residuos sólidos de los perros.
La hija del anciano de 91 años, explicó al tabloide británico Sunday Sport que, cada vez que le preguntaban a “papá” si se había acordado de los cumpleaños de los niños este que contestaba: “Si, hay un cheque en el correo”. “Como no llegaban pensábamos que estaba perdiendo la memoria”, dice la mujer, “o nos estaba mintiendo”.
Spence había acusado a la empresa de correos Royal Mail de extraviar sus misivas. “Ahora les debo una disculpa”, ha dicho al tabloide, “antes les había dicho que su servicio era basura”.
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