Erik Bendl anda por todo Estados Unidos a pie, cargando el peso del mundo y es feliz de hacerlo.
El residente de Louisville, Kentucky, de 48 años, está recorriendo miles de kilómetros por Estados Unidos, acompañado de un globo terráqueo de su altura y su perro, Nice.
Todo empezó con la muerte de su madre, de complicaciones derivadas de la diabetes, en 1987, cuando ella tenía apenas 54 años.
En su garage, Bendl temía un gigantesco globo terráqueo inflable que le había regalado un amigo.
Un periodista que vio a Bendl jugando con su hijo le preguntó si le interesaría caminar con su globo para obras de caridad. Bendl dijo que sí, en honor de su madre.
A fines de la década de 1990 caminó unos 260 kilómetros (160 millas) por Kentucky para promocionar a la Asociación Estadounidense contra la Diabetes.
En 2007, realizó su primera caminata realmente larga: casi 700 kilómetros (430 millas) de Louisville a Pittsburgh.
Descubrió que le gustaba andar por los caminos con escasas pertenencias. Adicionalmente, cuando se cruza con alguien, le habla sobre la diabetes: sobre su madre, la importancia de hacer ejercicio, cómo se la puede controlar.
Hasta el presente, ha recorrido más de 3.500 kilómetros (2.200 millas) a través de 23 estados. Ahora está en su quinta caminada, de Fort Lauderdale, Florida, a Savannah, Georgia.
"La gente no me pregunta si estoy loco: me dicen que estoy loco", dijo Brendl entre risas.
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