El hombre, de 47 años, comenzó su recorrido en agosto de 2010 después de que le robaran su documentación y dinero en la capital rusa, donde estaba de vacaciones, explica la policía, citada por la agencia de noticias Interfax.
Para alimentarse durante su ruta, el hombre, cuya identidad no ha sido revelada, recogió botellas vacías que vendía en puntos de reciclaje y hacía trabajos ocasionales.
Después de un año de andar, por fin llegó a Vladivostok, en la costa del Océano Pacífico, donde volvió a ser víctima del crimen organizado local. Esta vez, decidió denunciar.
Vía: Orange
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