
Esta ciudadana británica vio cómo un acto tan rutinario como teñirse el pelo pudo costarle la vida. Según informa el diario inglés Daily Mail, tras abonar las 5.99 libras (unos 7 euros) de una botella de Garnier Nutrisse para cabellos oscuros, se dirigió a su casa para revitalizar su imagen como ya había hecho en anteriores ocasiones. A las pocas horas de la aplicación del producto, comprobó cómo su cuero cabelludo comenzaba a expulsar pus, al tiempo que advertía cierto olor a quemado.
Sin darle mayor importancia se retiró a la cama tras ingerir antihistamínicos y aplicar una crema sobre la zona afectada, comprobando a la mañana siguiente que sus síntomas habían empeorado: una obstrucción en la garganta, dificultades respiratorias y la aceleración del pulso cardiaco le obligaron a acudir a un centro de salud, siendo ingresada de urgencias. A los síntomas descritos, se le añadieron dificultades en la visión, consecuencia de la inflamación del rostro, lo que le obligó a permanecer hospitalizada durante tres días hasta su recuperación.
Uno de los doctores que asistió a Mariade advirtió que la reacción pudo estar causada por la para-fenilendiamina (PPD), componente habitual de muchos tintes así como de otros productos cosméticos y textiles comercializados en Reino Unido, pero prohibido en muchos países europeos ya que las personas pueden mostrar reacciones alérgicas a este producto pese haber estado expuesto a él con anterioridad.
Mariade Kelly aseguró haber tenido que cambiar de tinte y que su intención es que más personas sean advertidas del potencial riesgo que han demostrado poseer este tipo de productos. Desde la casa Garnier han lamentado el incidente, ofreciendo a la señora Kelly apoyo médico especializado y mostrando su inequívoca voluntad por solventar las dudas de cualquier consumidor que haya podido observar síntomas similares a los de Kelly.
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