David Viens ha sido acusado de asesinato tras matar a su esposa y cocinar su cuerpo durante cuatro días para hacer desaparecer las evidencias del crimen. El recluso, un famoso chef de Los Angeles, ha reconocido que guisó a su esposa lentamente en un olla hasta que sólo quedó el cráneo.
Según informa el diario Dalily Mail, la mujer desapareció en el año 2009 después de una violenta discusión con Viens, en la que él le acusó de robarle dinero de su restaurante. Al parecer, ató a su mujer de pies y manos y le puso un esparadrapo en la boca para que no hablara. A la mañana siguiente había muerto.
Asustado, David decidió deshacerse del cuerpo y, para ello, lo cortó en trozos y lo cocinó lentamente durante cuatro días “hasta que sólo quedó el cráneo”, ha confesado él mismo durante el juicio.
El acusado, que trató de suicidarse en varias ocasiones, relató durante el juicio que los restos que quedaron de su mujer los mezclo con otros residuos y los tiró a la basura. Además, asegura que el cráneo lo escondió en el ático de la casa de su madre.
Ahora, un jurado de Los Angeles ha declarado al cocinero culpable de asesinato en segundo grado por la muerte de su esposa a finales del año 2009.
Los fiscales basaron la acusación en las cintas de los interrogatorios policiales, en las que Viens describe como metió el cuerpo de su mujer en una olla de agua hirviendo y la fue cocinando poco a poco.
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