jueves, 8 de diciembre de 2011

El manual que salvó del desastre a los astronautas del 'Apollo 13', a subasta

Lo ha puesto a la venta James Lovell, el comandante de la misión
En él anotó los cálculos para activar el módulo lunar y volver a la Tierra
El cuaderno ha sido vendido por 388.375 dólares


"Houston, tenemos un problema". Con esta frase comenzó uno de los episodios más famosos y angustiosos de la carrera espacial. Tras la explosión de un tanque de oxígeno durante su viaje a la Luna, en abril de 1970, los tres tripulantes de la misión 'Apollo 13' a punto estuvieron de perder la vida. La salvaron gracias al excelente trabajo conjunto de los tres astronautas y del equipo de la NASA en el centro de control de Houston.

Los complejos cálculos que tuvieron que realizar para lograr que la nave regresara a la Tierra en tan precarias condiciones quedaron plasmados en un manual de control que el comandante de esta misión, James Lovell, ha puesto a la venta y por el que ha conseguido 388.375 dólares (unos 288.000 euros).

La casa de subastas por internet Heritage Auctions ha sido la encargada de vender tan preciado recuerdo de la carrera por una cifra que ha multiplicado por diez las expectativas de la empresa, que estimaba su valor en entre 25.000 y 35.000 dólares (entre 19.000 y 26.000 euros).

La puja por Internet se cerró el martes por la noche, alcanzando los 45.000 dólares (unos 33.000 euros). Este miércoles se ha celebrado en Dallas la subasta presencial, en la que se han vendido otros recuerdos de la carrera espacial.

Cálculos bajo extrema presión

'Apollo 13' fue la séptima misión tripulada del Programa 'Apollo' y la tercera que debía alunizar. Los astronautas James Lovell, Jack Swigert y Fred Haise conformaban la tripulación de la nave, que fue lanzada el 11 de abril de 1970.

La explosión en un tanque de oxígeno el 13 de abril, en pleno vuelo a la Luna, cambió el rumbo de la nave, les impidió llegar a su destino y puso su vida en grave peligro. Su única esperanza era utilizar el módulo lunar como vehículo salvavidas y emplear las escasas reservas de oxígeno y la energía de la que disponían para intentar recorrer los 320.000 kilómetros que les separaban de la Tierra.

El manual de control, de 70 páginas, recogía las instrucciones y los 59 procedimientos que debían seguir para activar el módulo lunar. El cuaderno está lleno de anotaciones manuscritas a lápiz realizadas por el comandante Lovell para emprender el viaje de vuelta. Desde el módulo de mando que pilotaba, Jack Swigert le dictaba las coordenadas. Después, Lovell tenía que calcularlas y transferirlas al sistema del módulo lunar.

El principal problema, asegura, era la falta de tiempo. Apenas tenía 15 minutos antes de que el módulo de control quedara inservible y no disponía de supercalculadoras que le facilitaran la tarea. Para verificar los cálculos y evitar errores, el centro de Houston hizo los mismos cálculos a la vez. La escasez de energía complicó la transmisión de instrucciones, que sólo podían hacer de forma oral. Era su única posibilidad de llegar a la Tierra y el más mínimo fallo hubiera significado la muerte de la tripulación.

Recuerdos de la carrera espacial

La mayor parte de los objetos más valiosos de la carrera espacial se exhiben en museos estadounidenses. Sin embargo, durante los últimos años se han vendido a través de internet cientos de recuerdos que estaban en manos de los astronautas o que estos habían regalado a familiares y amigos.

La misión del 'Apollo 13' se ha convertido en una de las más famosas -en gran parte gracias al cine-, por lo que su manual de control es seguramente uno de los objetos más apreciados por cualquier amante del espacio. James Lovell, sin embargo, ha decidido desprenderse de él a sus 83 años.

Carlos González Pintado, ex jefe de Operaciones de la NASA en el Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo de Madrid de la NASA (MDSCC), en Robledo de Chavela, considera que la película 'Apollo 13', dirigida por Ron Howard y protagonizada por Tom Hanks en 1995, "está sorprendentemente bien hecha" y recoge de manera realista lo que ocurrió en aquellas angustiosas horas de abril de 1970.

González se encontraba en el centro madrileño de la NASA cuando se produjo el accidente: "Esa noche no me fui a casa. La tensión era tan grande", recuerda. Sin embargo, a pesar de la gravedad de la situación, González asegura que nunca pensaron que iban a perder a los astronautas. "Poca gente creía que sobrevivirían, pero nosotros estábamos convencidos. Houston transmitía una tranquilidad increíble".

Finalmente, lo consiguieron "gracias al ingenio humano en un ambiente de extrema presión", que fue capaz de lograr que estos tres hombres regresaran vivos a la Tierra usando una mínima cantidad de energía. La odisea acabó el 17 de abril, el día que volvieron sanos y salvos desplegando sus paracaídas.

Es por ello que esta misión se considera un fracaso exitoso. La NASA no logró que la nave llegara a la Luna pero consiguió traer a sus tres hombres a la Tierra. El manual de instrucciones ayudó a salvarles la vida.

No hay comentarios: