
Es decir, que ese mecanismo de autocontrol que hace que retengamos nuestras micciones hasta el momento y lugar oportuno, evita también que tomemos decisiones impulsivas. Curioso. Seguramente a muchos la experiencia os dirá que llega un punto en el que uno hace cualquier concesión, por poco reflexiva que sea, con tal de aliviar la vejiga. Este hecho, constatado tantas veces como humanos hay en la Tierra, no contradice los resultados del estudio.
Al contrario, viene a decir que si puede usted evitar hacerse pis encima, aun teniendo la vejiga llena, podrá sin duda evitar hacer otras cosas. Y hay más: de acuerdo con los psicólogos, tan sólo pensar en palabras relacionadas con la orina o el acto de orinar, tiene el mismo efecto controlador. Me parece a mí que este estudio no sólo echa por tierra muchas ideas populares sino que también rompe muchos tabúes. ¿Cree usted que nadie se tomará un litro de agua antes de comprar una nevera? Todo se andará.
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