jueves, 6 de noviembre de 2008

Desalojado por almacenar en su piso más de cinco mil libros

Los vecinos presentaron una queja por grietas en el techo como consecuencia del peso de los ejemplares

Ignacio Cabanes, Valencia

Basuras, enseres diversos, aves y tortugas, pero sobre todo libros, infinidad de obras de todo tipo, género, y antigüedad. Esto fue lo que encontraron los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Valencia cuando ayer por la mañana procedieron a desalojar a un vecino de la calle Reina Doña Germana. Este hombre de 50 años, abogado de profesión, sólo ha tenido una obsesión durante estos últimos años; almacenar en su piso de Valencia toda clase de libros. Fuentes policiales informaron que en la casa había más de 5.000 ejemplares.

En este caso la frase célebre... de: "El saber no ocupa lugar", queda en entredicho, ya que los vecinos han presentado quejas al Ayuntamiento porque el techo de su vivienda tiene grietas como consecuencia, supuestamente, del peso de las obras que guarda su vecino. Además fuentes policiales aseguraron que se ha procedido a abrir un acta contra esta persona ya que según una ordenanza del Ayuntamiento incumplía la carga térmica permitida en un domicilio particular. De hecho, técnicos del consistorio acudieron al piso y al comprobar la cantidad de libros que esta persona guardaba en la casa emitieron un informe negativo recomendando la limpieza del mismo ante el riesgo de un posible incendio.

El saber sí ocupa lugar

El desalojo de este piso situado en el número 25 de la calle Reina Doña Germana de Valencia se hizo efectivo a las 10.00 horas de ayer. Varios agentes de la Policía Local de Valencia se personaron en la puerta cuatro de este inmueble e instaron al propietario a desalojar voluntariamente el domicilio.

Joaquín S. P., inquilino del piso, se mostró molesto con el desalojo, ya que considera esta medida desproporcionada y amenazó a los agentes con emprender acciones legales contra ellos. No obstante, los agentes municipales cumpliendo órdenes del Ayuntamiento y teniendo en cuenta el informe de los técnicos facilitaron que los operarios de Secopsa comenzaran a limpiar la casa.

Poco a poco los trabajadores fueron sacando enseres y demás basuras, pero principalmente cajas y cajas de libros que serán guardados hasta que se establezca si su propietario tiene un almacén adecuado para tenerlos. De hecho, es este punto el que genera más discrepancia entre las partes, ya que el hombre sostiene que no pueden privarle de sus pertenencias, según explicaron fuentes policiales.

Además de gran cantidad de libros, el hombre desalojado, que pudo volver a su domicilio en cuanto finalizó la retirada de enseres, tenía en la casa diversas aves y dos tortugas. Estos animales también le fueron retirados, según apuntaron las mismas fuentes.

El saber sí ocupa lugar, y en ocasiones como ésta supone un gran problema. O si no que se le pregunten a esta persona, cuyo único pecado ha sido almacenar páginas y páginas de cultura en su propia casa.

Vía levante-emv.com

No hay comentarios: