
Un buen comienzo acerca del terror que produce la decadencia de las muñecas abandonadas y envejecidas podría ser éste. No es que tengan algo de malo, es sólo una pequeña falta de esmalte aquí y una ligera ausencia capilar allá.
Claro que si uno utiliza... una cabeza de bebé como candelabro para que la cera le baje por el cráneo... o si uno deforma muñecos a propósito, el efecto empieza a empeorar. Y ni hablar de estas deformidades pachoncitas. Y en otros casos la proximidad con la realidad no ayuda nada.
Y nunca, pero nunca, vio algo peor que esto. Intente dormir después de verlo.
Todo este horror y cosas aún peores lo esperan en el catálogo de Muñecas y juguetes siniestros .
Vía noticiaslocas.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario