lunes, 20 de octubre de 2008

Hacerse rico por Internet

El boom de Internet y los beneficios multimillonarios de la alta tecnología provocan el resurgir de la vieja carta de la peseta.

Recibes un mensaje en el que aparecen diez nombres y se te pide que envíes el mensaje a otras diez personas. Estas personas deben hacer lo mismo, pero eliminando al primero de la lista y colocando al final de ésta tu nombre para que entres en el juego, ya que sólo se empiezas a recibir dinero cuando uno alcanza la quinta posición en la lista. Si lo piensas, para que alcances esa posición el mensaje tendría que haber llegado ni más ni menos que a 10 millones de personas:

En la primera generación de... diez copias que envías, tu nombre no está en la lista; cuando las diez personas que lo reciben añaden tu nombre a la lista en la décima posición y envían cada una sus diez copias, ya hay 100 mensajes circulando, en la siguiente generación estarías noveno, pero ya existirían 1.000 mensajes... Ni aunque toda la población de este planeta estuviera conectada a Internet y siguiera las instrucciones al detalle podrías llegar a la primera posición, pues para alcanzar esa posición en la lista tendrían que existir 100.000 millones de personas dispuestas a colaborar.

Este tipo de montajes reciben el nombre de "esquemas Ponzi", ya que Charles Ponzi consiguió hacer funcionar uno de estos trucos, con la intención de forrarse, por supuesto, entre 1919 y 1920 usando correo convencional. Su funcionamiento se basa en la dificultad que tienen en general las personas para entender las progresiones geométrica y un crecimiento basado en estas progresiones.

Este claro ejemplo de la mezcla de los timos y las leyendas urbanas se traslada hoy en día con el florecimiento de anuncios, webs, foros de debate y chats de todo tipo plagados de mensajes de navegantes paranoicos con la idea de hacerse ricos picando banners, recibiendo mails publicitarios, etc...

La mayoría de las veces tras un duro empeño inicial se abandona la idea de hacerse rico tan pronto como ves que por pinchar un banner te pagan 0,001 dólares a través de un banco árabe, que debes reunir 100 dólares para que los gastos bancarios compensen hacerte el pago y una larga lista de etcéteras que te hace abandonar enseguida.

Y nunca creas que a ti no te la puede dar nadie porque aunque en Internet se desconfía por naturaleza en el mundo real estos mismos montajes funcionan de verdad.

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